Maestra Vida camará

¡Homenaje a la música! Ayer 22 de julio, tuve el placer de asistir al concierto “Maestra Vida” presentado en la Base Aérea La Carlota. En tarima estarían Franco de Vita cerrando su gira internacional y Ruben Blades junto a la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar y Gustavo Dudamel dirigiendo, por nombres, ya el concierto prometía ser excelente, y estuvo bien cerca de serlo.

En cuestiones de logística, del 1 al 10 yo le colocaría a Evenpro un 6. Recomendaron reiteradas veces que asistiéramos sin vehículos, ya que no había estacionamiento y estaban habilitados pasos peatonales desde el Metro de Altamira y Chacao, y el mismo funcionaria hasta la medianoche. Pero para las personas que vivimos lejos, era obligatorio asistir en automóvil, y el acceso a un estacionamiento con los dos distribuidores de Altamira y Chacao cerrados era un verdadero caos, tanto así que salí de mi casa a las 12 del mediodía, y llegue a La Carlota a las 4 de la tarde. A pesar de que la cola para entrar era kilométrica, la gente tuvo un comportamiento excelente, no presencié enfrentamientos  y se estaban cumpliendo las normas, la asistencia policial también fue excelente, muchísima presencia de la Policía Nacional, Guardia Nacional Bolivariana y PoliBaruta.

La larguísima espera entre un cantante y otro fue agobiante. Franco de vita desde las 4:00 pm hasta las 6:00pm dio un show sencillamente espectacular, pero luego desde Franco a la Orquesta y Ruben Blades, fue una espera de aproximadamente 2 horas. Se subió a la escena la Orquesta Latino Caribeña Simón Bolívar, Ruben Blades cantó dos canciones, “Maria Lionza” y “Decisiones” luego se fue para esperar a Dudamel. Tómese en cuenta que todas las personas estábamos de pie, y muchos se fueron retirando por el cansancio. Algo que sin duda debieron pensar antes y organizar.

Como todo gran concierto, tiene detalles que sin duda opacan la presentación, y uno de ellos y (quizá) el más importante, fue el sonido. Esa era mi principal preocupación. Generalmente cuando los conciertos son al aire libre, el sonido es la decepción y lamentablemente esta vez no fue la excepción. A pesar de que llegué tarde al lugar, me logré ubicar relativamente cerca de la tarima y no tuve problemas para escuchar, pero las personas que estaban al final en reiteradas ocasiones se escuchaban cánticos como “no se escucha, no se escucha”. Y visitando varias páginas web coinciden muchos comentarios de que el sonido atrás fue muy precario, y en efecto, cuando me disponía a salir y todavía tocaba la Orquesta con Ruben Blades, no se escuchaba absolutamente nada. Tan malo fue, que a la tercera canción de Blades con la Orquesta, muchísimas personas ya salían de la Base Aérea. Había solo 3 grandes parlantes adelante, al igual que tres pantallas grandes, y para aproximadamente 217mil personas, eso era nada.

No pude disfrutar la presentación de la Orquesta con Dudamel y Ruben Blades completa ya que tuve que estacionar el vehículo en el Sambil en Chacao, y no estaba seguro a qué hora cerraba el estacionamiento, de paso que pretendía salir antes de que acabara todo, para que fuese más fácil.

Obviando los detalles del sonido y de la larga espera entre un cantante y otro, considero que fue un concierto excelente, Franco de Vita fue el más ovacionado con sus temas “Himno a la vinotinto” “Traigo una pena” y “seré un buen perdedor”, fue algo de otro mundo su presentación y el mensaje para la reflexión que dejo con su tema “no basta” fue excelente.

¡Qué excelente sería si Caracas contara siempre con este espacio para eventos de este tamaño! Se deben seguir realizando, año tras año. Un festival de música durante 3 días, con cantautores nacionales e internacionales, solo se necesitan las ganas y el buen comportamiento por parte de los asistentes. No solo son conciertos de Reggeaton y ese tipo de música, en Caracas también se respira cultura, a seguir mejorando.

Fotos cortesía de: Angel Colmenares/Últimas Noticias. Leo Ramirez/La Patilla.